miércoles, 29 de octubre de 2014

Jeffrey Lionel Dahmer “El carnicero de Millwaukee”

Siempre me dejaban claro que tenían que volver al trabajo.
Y yo no quería que se fueran.”
Jeffrey Dahmer


Dahmer de joven y de adulto
Dahmer nació en mayo de 1960 en Milwaukee (Wisconsin), y siendo la excepción de la regla, los primeros años de su infancia transcurrieron en un ambiente familiar de lo más normal y feliz. Jeff era un niño simpático y cariñoso hasta que, a punto de cumplir los siete años, fue operado de una hernia y todo su mundo cambió de forma radical.

Como su padre trabajaba de químico se tenían que mudar varias veces, en 1967, su familia compró una casa en Bath, Ohio, allí Jeffrey pasó su infancia y adolescencia.

Le gustaba diseccionar animales muertos o ir con su padre al río y abrir a los peces y verlos morir, recogía algunos animales ya muertos y guardaba sus huesos o iba y torturaba y mataba algunas que encontraba.

Dahmer comenzó a ser cada vez más introvertido, aunque realizaba algunas actividades en la secundaria, como trabajar en el periódico y jugar al tenis. Era considerado por sus compañeros como alguien "raro", extravagante, y que tenía problemas con el alcohol y la marihuana.

Jeffrey tenía ya quince años y se había convertido en un pequeño monstruo sin escrúpulos, rubio y atractivo, tras su rostro inocente se comenzaba a dibujar el terrible asesino en el que no tardaría en convertirse.

Antes de cumplir 18 años sus padres se divorciaron, y su padre volvió a casarse meses después. Su padre y su nueva esposa lo convencieron para ir a la universidad, y en otoño de 1978 ingresó en la Ohio State University, pero debido a sus problemas de alcohol la abandonó en el siguiente semestre.

Steven Hicks,
primera víctima de Dahmer
En junio de 1978, cuando tenía 20 años, encontró a Steven Hicks haciendo autoestop, y lo llevó a su casa. Dahmer era homosexual y tenía la fantasía de recoger a un autoestopista y acostarse con él. Se llevó a casa a un atractivo autoestopista y compartieron porros y alcohol, hasta que quiso marcharse y Dahmer lo impidió matándole con una barra de hacer pesas, cortó el cadáver en trozos, lo metió en unas bolsas y lo enterró en un bosque cercano.

Tras su primer asesinato se sintió culpable y asustado, intentó reprimir sus deseos sexuales-homicidas acudiendo a la iglesia, dejando el alcohol, y manteniéndose soltero. Vivió así un tiempo, lo que explica que pasaran casi diez años hasta su siguiente crimen. Pero con el tiempo pensó que podía intentar satisfacer algunos de sus deseos sin hacerle daño a nadie, volvió a beber y empezó a frecuentar lugares de ambiente gay.

Steven Walter Toumi
Pasaron varios años hasta que la segunda víctima cayó en sus manos, era el año 1987. En un bar de homosexuales conoció a Steven Walter Toumi, los dos fueron a un hotel de las afueras y cuando Jeff se despertó, encontró a Toumi muerto a su lado. No recordaba haberlo matado, pero tenía la boca llena de sangre. Metió el cuerpo en una maleta y lo llevó al sótano de la casa de su abuela, donde vivía en aquella época. Allí, lo descuartizó y lo tiró a la basura, no sin antes copular con él.

Su colección de calaveras iba en aumento. Cuando descuartizaba a los cuerpos, lo que le gustaba lo guardaba en el congelador y lo que no lo disolvía en un enorme bidón con ácido. Dahmer no estaba interesado en la muerte o el dolor que podía causar a sus víctimas, a él lo que le atraía era el destino que podía darles a los cuerpos de sus víctimas. A veces dormía con los cadáveres a su lado, quería que sus amantes siempre estuvieran con él.

El apartamento apestaba, lo primero que encontró la policía fue su colección de fotografías de cuerpos abiertos en canal y descuartizados. En la nevera encontraron una cabeza humana, todavía tierna, y varias calaveras. En un armario hallaron varios miembros humanos en estado de descomposición. De la barra de la cortina de la ducha colgaba un esqueleto casi completo y, en otra habitación, una tétrica colección de órganos sexuales masculinos amputados y conservados en jarrones con formol, donde Dahmer solía masturbarse.
Fotografías tomadas por la policía

 El jurado entonces lo declaró mentalmente sano y por consecuencia fue finalmente sentenciado a 15 Cadenas Perpetuas consecutivas.

Dahmer era acusado de tener motivos raciales en sus homicidios, algo que él desmentía. Pero la combinación de presos presentes en esa oportunidad era muy peligrosa, lo cual desató una pelea en la que Dahmer y Anderson terminaron heridos de gravedad. Los guardias finalmente encontraron a Dahmer y a Anderson heridos; el primero murió de camino al hospital y el segundo dos días más tarde.
Scarver, Dahmer y Anderson eran compañeros


Curiosidades:
Se dice por internet que el creador de la famosa creepypasta “Jeff the Killer”  se inspiró en Jeffrey Dahmer para crear a este personaje que causó temor entre los internautas.

Fanart de Jeffrey Dahmer "Rox-Killer"
Jeff the Killer

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